El cuarzo rosa y la amatista son dos tipos de cuarzo que se destacan por sus propiedades energéticas, especialmente en el ámbito de la sanación y el equilibrio emocional.
Cuarzo rosa: Se asocia principalmente con el amor incondicional, la compasión y la paz interior. Su energía suave y cálida se cree que ayuda a sanar heridas emocionales, promover el perdón y la apertura del corazón. Se utiliza para mejorar las relaciones, tanto con uno mismo como con los demás, y se dice que fomenta la autoaceptación y la tranquilidad. También es conocido por ayudar a aliviar el estrés y las tensiones emocionales.
Amatista: Esta piedra tiene una vibración más alta y se asocia con la espiritualidad, la calma mental y la claridad. Se cree que la amatista favorece la meditación, el despertar espiritual y la conexión con planos superiores de conciencia. También es conocida por su capacidad para calmar la mente, reducir la ansiedad y ayudar a superar pensamientos negativos. Se utiliza a menudo para promover el equilibrio y la paz mental, y se le atribuye la capacidad de proteger contra energías negativas.
